Actividad 18
La importancia del sector agropecuario y agroindustrial
1) Explicar la importancia de los bienes agropecuarios en la economía nacional.
2) El sector agroindustrial experimentó grandes transformaciones. Detallarlas.
3) A) ¿Cuales son los principales productos de exportación?
3) B) ¿Como fue evolucionando el sector exportador en los años 70, 80 y los 90?
4) ¿por que se dice que en los últimos años hay un contexto favorable para argentina?
La
importancia del sector agropecuario
y agroindustrial
La producción primaria de bienes agropecuarios reviste gran importancia
para la economía nacional. Alrededor de
270.000 explotaciones agropecuarias son responsables de la realización de actividades agrícolas, ganaderas y forestales,
cuya producción representa el 16% de la producción total de bienes y el 5,3% del PBI del país. A su vez, el sector agropecuario genera eslabonamientos productivos que involucran otras múltiples actividades económicas, por ejemplo, aquellas que procesan bienes agropecuarios: la industria frigorífica, la molinera, la aceitera y la textil, entre otras.
Por su parte, un conjunto de actividades provee diversos insumos y servicios al sector agropecuario. Es el caso de
la industria que produce maquinarias agrícolas y de la que produce agroquímicos (fertilizantes, pesticidas, etc.) utilizados en la producción. Entre los servicios pueden mencionarse aquellos relacionados con la logística y el transporte, los
servicios financieros, de asistencia técnica, entre otros. Estos eslabones conforman cadenas o circuitos productivos
agroindustriales. En su conjunto, la participación del sector agroindustrial fue de aproximadamente el 19% del PBI en
2010, concentró el 36% del empleo registrado y aportó el 45% del valor agregado por la producción de bienes.
270.000 explotaciones agropecuarias son responsables de la realización de actividades agrícolas, ganaderas y forestales,
cuya producción representa el 16% de la producción total de bienes y el 5,3% del PBI del país. A su vez, el sector agropecuario genera eslabonamientos productivos que involucran otras múltiples actividades económicas, por ejemplo, aquellas que procesan bienes agropecuarios: la industria frigorífica, la molinera, la aceitera y la textil, entre otras.
Por su parte, un conjunto de actividades provee diversos insumos y servicios al sector agropecuario. Es el caso de
la industria que produce maquinarias agrícolas y de la que produce agroquímicos (fertilizantes, pesticidas, etc.) utilizados en la producción. Entre los servicios pueden mencionarse aquellos relacionados con la logística y el transporte, los
servicios financieros, de asistencia técnica, entre otros. Estos eslabones conforman cadenas o circuitos productivos
agroindustriales. En su conjunto, la participación del sector agroindustrial fue de aproximadamente el 19% del PBI en
2010, concentró el 36% del empleo registrado y aportó el 45% del valor agregado por la producción de bienes.
Un
sector concentrado
En las últimas décadas el sector agroindustrial argentino experimentó grandes transformaciones. Una de ellas fue
la expansión de las actividades agropecuarias, sobre todo aquellas típicas del área pampeana (como los cereales y las
oleaginosas). En parte esto ocurrió debido a las innovaciones tecnológicas incorporadas, que permitieron un incremento
en los rendimientos de los cultivos, es decir, de la cantidad de producción que se obtiene por unidad de superficie (por
ejemplo, toneladas por hectárea). Con la llegada al país de grandes empresas transnacionales, también se expandieron
las actividades vinculadas con el procesamiento de la producción primaria y las exportaciones. Estas transformaciones
fueron acompañadas por un proceso de significativa concentración económica en todos los eslabones de los circuitos productivos. Esta concentración se produce cuando un número reducido de productores o de empresas tienen un peso
predominante en la producción, industrialización o comercialización de los productos. Por ejemplo, en lo que respecta
a la producción láctea, el 5% de las empresas -todas ellas grandes- procesa el 67% de la leche. —
En las últimas décadas el sector agroindustrial argentino experimentó grandes transformaciones. Una de ellas fue
la expansión de las actividades agropecuarias, sobre todo aquellas típicas del área pampeana (como los cereales y las
oleaginosas). En parte esto ocurrió debido a las innovaciones tecnológicas incorporadas, que permitieron un incremento
en los rendimientos de los cultivos, es decir, de la cantidad de producción que se obtiene por unidad de superficie (por
ejemplo, toneladas por hectárea). Con la llegada al país de grandes empresas transnacionales, también se expandieron
las actividades vinculadas con el procesamiento de la producción primaria y las exportaciones. Estas transformaciones
fueron acompañadas por un proceso de significativa concentración económica en todos los eslabones de los circuitos productivos. Esta concentración se produce cuando un número reducido de productores o de empresas tienen un peso
predominante en la producción, industrialización o comercialización de los productos. Por ejemplo, en lo que respecta
a la producción láctea, el 5% de las empresas -todas ellas grandes- procesa el 67% de la leche. —
Desde
la Argentina hacia el mundo
Otra característica del sector agroindustrial es su fuerte orientación hacia el mercado externo, en particular de alimentos. Las exportaciones pueden dividirse en dos grupos: por un lado, los productos primarios de origen agropecuario, como los granos (maiz, trigo y, especialmente, soja) y los productos frescos (frutas y hortalizas), y por otro lado, las manufacturas de origen agropecuario (MOA), como aceites, harinas, lácteos, carne, miel y jugos de fruta, entre otros. El 55% de las divisas que ingresan en el país proviene de la exportación de productos agrícolas, ganaderos y manufacturas de ese origen.
A lo largo de las últimas décadas, las exportaciones agroindustriales argentinas se incrementaron notoriamente, así como también tuvo lugar un cambio en su composición, es decir, en la participación de distintos productos en el total de bienes primarios o manufacturados de origen agropecuario exportados. En la década de 1970, las principales exportaciones eran los productos primarios. Desde mediados de la década de 1980, las manufacturas de origen agropecuario ocuparon el primer lugar en las exportaciones. A partir de la década de 1990, se produjo un gran crecimiento de las exportaciones de productos primarios (especialmente cereales y semillas oleaginosas), productos de la pesca y frutas frescas. Además, siguieron creciendo las exportaciones provenientes de agroindustrias, sobre todo del complejo aceitero, de gran expansión en todo el período; estas tendencias perduran en la actualidad.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Argentina es el primer exportador mundial de tortas de soja y aceite de soja, el tercer exportador de porotos de soja, el segundo exportador mundial de maíz y el sexto exportador de trigo. También ocupa los primeros lugares en las exportaciones mundiales de miel, de jugo concentrado de limón, de algunas frutas (manzanas y peras), de leche entera en polvo y carne bovina deshuesada, entre otros productos.
La Argentina en el escenario mundial
En los últimos años, el escenario del comercio mundial resulta favorable para países exportadores de cereales y oleaginosas, como es el caso de la Argentina. Una de las causas de este contexto favorable es la expansión del consumo en algunos países en desarrollo, en particular China e India, que incrementaron la demanda de productos en los que la Argentina se especializa, como la soja y sus derivados. Otra causa es el aumento de la demanda de cereales (especialmente el maíz) y oleaginosas (en particular la soja) para la producción de biocombustibles. Estas causas, entre otras, generaron una tendencia al alza de los precios de los alimentos en el mercado mundial, lo cual incentivó aún más la producción en nuestro país.
Otra característica del sector agroindustrial es su fuerte orientación hacia el mercado externo, en particular de alimentos. Las exportaciones pueden dividirse en dos grupos: por un lado, los productos primarios de origen agropecuario, como los granos (maiz, trigo y, especialmente, soja) y los productos frescos (frutas y hortalizas), y por otro lado, las manufacturas de origen agropecuario (MOA), como aceites, harinas, lácteos, carne, miel y jugos de fruta, entre otros. El 55% de las divisas que ingresan en el país proviene de la exportación de productos agrícolas, ganaderos y manufacturas de ese origen.
A lo largo de las últimas décadas, las exportaciones agroindustriales argentinas se incrementaron notoriamente, así como también tuvo lugar un cambio en su composición, es decir, en la participación de distintos productos en el total de bienes primarios o manufacturados de origen agropecuario exportados. En la década de 1970, las principales exportaciones eran los productos primarios. Desde mediados de la década de 1980, las manufacturas de origen agropecuario ocuparon el primer lugar en las exportaciones. A partir de la década de 1990, se produjo un gran crecimiento de las exportaciones de productos primarios (especialmente cereales y semillas oleaginosas), productos de la pesca y frutas frescas. Además, siguieron creciendo las exportaciones provenientes de agroindustrias, sobre todo del complejo aceitero, de gran expansión en todo el período; estas tendencias perduran en la actualidad.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Argentina es el primer exportador mundial de tortas de soja y aceite de soja, el tercer exportador de porotos de soja, el segundo exportador mundial de maíz y el sexto exportador de trigo. También ocupa los primeros lugares en las exportaciones mundiales de miel, de jugo concentrado de limón, de algunas frutas (manzanas y peras), de leche entera en polvo y carne bovina deshuesada, entre otros productos.
La Argentina en el escenario mundial
En los últimos años, el escenario del comercio mundial resulta favorable para países exportadores de cereales y oleaginosas, como es el caso de la Argentina. Una de las causas de este contexto favorable es la expansión del consumo en algunos países en desarrollo, en particular China e India, que incrementaron la demanda de productos en los que la Argentina se especializa, como la soja y sus derivados. Otra causa es el aumento de la demanda de cereales (especialmente el maíz) y oleaginosas (en particular la soja) para la producción de biocombustibles. Estas causas, entre otras, generaron una tendencia al alza de los precios de los alimentos en el mercado mundial, lo cual incentivó aún más la producción en nuestro país.